Chapil confió en Disgráfico para crear desde cero un ecosistema visual que reflejara la esencia vibrante y natural de su bebida. Nuestro reto fue desarrollar una identidad fresca, coherente y funcional, capaz de destacar en un mercado competitivo. Desde la conceptualización de marca hasta la definición de su sistema visual, construimos una narrativa moderna y atractiva alineada con su personalidad juvenil y auténtica.
El eje principal del proyecto fue el diseño de empaques y tapas, donde combinamos creatividad, color y estructura para transmitir frescura, naturalidad y valor de producto. Cada elemento fue diseñado para conectar emocionalmente con el consumidor, reforzando la presencia de Chapil en puntos de venta y generando una experiencia visual memorable.
El trabajo con Chapil dio como resultado una marca sólida y visualmente diferenciada. Su nuevo empaque logró mayor recordación y coherencia en el punto de venta, fortaleciendo su posicionamiento frente a competidores. El diseño estratégico incrementó la percepción de valor del producto y mejoró la conexión emocional con su público objetivo, impulsando tanto la estética como la funcionalidad del packaging.